Este mapa, obra del cartógrafo escocés John Bartholomew, forma parte de una extensa colección de mapas históricos, atlas y globos terráqueos que se conserva en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Distinguidas con color rojizo se muestran las posesiones del Imperio Británico en torno a la primera mitad del siglo XIX. Aunque sus territorios coloniales se habían visto reducidos como consecuencia de la independencia, a principios de la década de 1780, de sus trece colonias norteamericanas, Gran Bretaña manifestó pronto su deseo de ampliar sus mercados ultramarinos en Asia y África. Durante las primeras décadas del siglo XIX, el comercio británico estaba firmemente establecido en la India, así como en buena parte de las Antillas. En Canadá, los británicos poseían, asimismo, extensos territorios coloniales. Por su parte, Australia cumplía la función de prisión para convictos. El mapa de Bartholomew recogía la reciente incorporación de Hong Kong al Imperio, tras la victoria británica sobre la dinastía china Qing en la primera guerra del Opio (1839-1843). Muchas de las pequeñas líneas rojas que aparecen marcando algún territorio representan enclaves comerciales o asentamientos misioneros.
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